Mientras más temprano se inicie una rutina de cuidado oral, más posibilidades hay que tus hijos tengan una salud bucal impecable, evitando problemas y complicaciones futuras.

¿Existe algo que les dé más miedo a los niños que ir al dentista? Puede que la respuesta sea ¡no, el dentista les aterroriza! Esta reacción es completamente normal, no te preocupes, pero también es súper evitable. Primero, es necesario crear una rutina que contemple no solo una nutrición adecuada y hábitos de higiene oral en casa, sino también controles periódicos con el odontólogo – idealmente cada cuatro meses- para así evitar futuras anomalías y que desde pequeños se familiaricen con las clínicas dentales. Y como sabemos que el lazo de confianza entre el profesional y tus hijos es fundamental, en Oral Blank contamos con un ambiente propicio para que los más pequeños del hogar no tengan temor alguno, ¡de hecho les encantará saber que sus dientes estarán en perfecto estado!

Cada edad tiene su propia necesidad

Durante los primeros meses de vida del niño, el cuidado bucal depende de los padres, y si bien siempre es recomendable seguir las indicaciones de limpieza que el pediatra estime necesarias, recuerda que el cepillado como tal debe iniciarse solo cuando aparece el primer diente en la boca, una limpieza que se realiza idealmente dos veces al día con un cepillo pequeño de cerda suave. Ya desde los siete años están listos para compartir esta rutina con sus padres, es el momento perfecto para que los dejes a ellos mismos cepillarse bajo tú supervisión e indicaciones ¡verás que al hacerlo juntos será una experiencia súper divertida!

Prevenir es la clave

Ahora hablemos de las patologías orales más comunes entre los niños, como las caries por placa bacteriana, traumas en tejidos por caídas y golpes, quistes de erupción y anomalías dentomaxilares debido a malos hábitos orales, entre otras. Por eso, es necesario que tus hijos comiencen desde pequeños a visitar de forma periódica al dentista, es la mejor forma de enfrentar el temor y ansiedad que esta situación le pueda generar, fortalecer la confianza y mantener una sonrisa saludable evitando posibles complicaciones, además, cuéntales que el Hada de los Dientes o el Ratoncito Pérez estarán orgullosísimos de ellos. Así que ya lo sabes, ¡prevenir es la clave de una salud bucal impecable!